Kimchi en mi comida

21 horas después de haber partido de Bogotá Colombia, tras despedirme de mis amigos y familia y sí, con un vacio en el corazón, finalmente llegue a Seul...

Es increíble, pensé, una Colombiana como yo en este país que a primera vista es completamente diferente a lo que yo jamás había visto.. Pero aquí estoy, Seul será mi hogar por los próximos tres años de mi vida y es por esto que decidí crear este blog, para que estén donde estén experimenten, a traves de mis palabras cada uno de los sonidos, olores, colores y emociones que yo experimentaré.

Las primeras impresiones de este gran país, comenzaron en el LAX, también conocido como el aeropuerto de Los Angeles, allí después de haber pasado un muy corto pero sustancioso tiempo con mi hermana ( a quien adoro y admiro con todo mi corazón),

emprendí el primer día del resto de mi vida, pues por lo menos de mi vida coreana, pero ahí estaba yo en medio de un centenar de personas desconocidas, pero que de alguna u otra manera en un presente o un futuro podrían convertirse en mis mejores amigo.... o tal vez no....

La buena energía y las mejores impresiones sobre este país comenzaron desde el counter del aeropuerto, en donde los empleados de Asiana (aerolínea en la que vole hasta Seul), abrieron el counter y se presentaron ante los pasajeros expectantes. Todos estos con una gran sonrisa y unas camisas playeras hawaianas, por aquello del verano y la mejor disposición de servicio..

Después, nos toco en el avión, silla 38 G, en el pasillo en la mitad del avión. Desde el primer momento, las 8 azafatas del avión mostraron su excelente actitud y su comportamiento amigable. Pasando agua y bebidas cada media hora y ante todo con una sonrisa que daba gusto ser despertada….. A estas alturas, ya era un poco mas amiga de mis 3 compañeros de viaje (otros colombianos que decidieron emprender esta aventura), y ahí estábamos los cuatro… el vuelo estuvo menos pesado de lo que me hubiera imaginado, a lo mejor también conto mucho mi actitud, estaba fresca, y muy feliz de este regalo de tener esta gran oportunidad asi que todo me parecía simplemente maravilloso, ya había aprendido a aceptar en lugar de esperar y eso, ese hecho hacia de esta experiencia algo realmente emocionante.

Después de un par de películas vistas, entre otras Shrek 4, Alicia en el país de las maravillas, plan b, llego la hora del almuerzo comida. Dos opciones se me presentaron, por un lado carne con habichuelas ( y los que me conocen saben cómo puedo llegar a detestar ambas) o “korean Rice” así que en mi espíritu aventurero y con las ganas de saborearme al mundo (literalmente) selecciones el Korean Rice..

Ante mis grandes ojos, me pusieron una bandeja bien organizada como con cuatro mini platos, en el primero había un arroz conocido como sticky rice, arroz melcochudo sin sal, en otro había una serie de verduras organizadas armónicamente para deleite del comensal, entre las verduras, la única que pude reconocer fue la zanahoria y el pepino, el resto era como una sorpresa de una piñata, parecía por ejemplo un champiñón y al saborearlo y según su textura era un animal que preferí ni preguntar.

En las otras bandejas, me confronte con un repollo cortado y de color rojizo, y sí señores y señoras este es el famoso Kimchi, (consiste en varios pedacitos de repollo bañados en limón, ajo y muuuuucho, exageradamente mucho picante, que algunas veces lo hacen insoportable para comer. Y como a mí me gustan esos sabores extraños, me pareció bastante sabroso si no se le echa tanto picante) , en otra bandeja había tres porciones de algo que a mi paladar le supo a papa dulce con sardinas.. pero no la sardina de paquete, no, esto eran sardinas de verdad, con ojitos, cola, y una expresión que realmente me dio demasiada impresión comérmela….

Esta fue mi primera aproximación a los sabores koreanos… Diez horas después de esto estábamos aterrizando en suelo Coreano.

A la salida de migración con un gran cartel nos esperaba Mister Kim, quien muy amablemente y en un viaje bastante silencioso nos trajo hasta la puerta del Globeedorm en la Hankuk University of Foreign Studies…

Aca nos atendió un señor que no hablaba ingles, pero como hay angeles en todas partes, unas niñas que andaban charlando por los corredores nos auxiliaron tanto a John como a mi. Allí le preguntaron al señor, y por ningún lado aparecia yo!!.. pero buscando y buscando apareció una persona llamada Rodriguez Comtreras.. y pues ajá, yo de una dije esa soy yo.. con razón Ana Maria no salía y así fue como quedo registrado, asi que ahora en el dorm, me presento ya no me llamo Ana Maria sino Rodriguez Comtreras… jajajaja

Después de una larga conversación en koreano (entre las niñas y el señor) nos dieron una llave que abriría la puerta del cuarto. Para sorpresa el cuarto no era tan diminuto como parecía…

Deje las maletas, me lave la cara y arranque para la calle, era momento de conocer qué tenia a mi alrededor y me di cuenta que hay los únicos restaurante que podía reconocer lo que decían ( es decir que no estuvieran en koreano) eran cadenas gringas, hay desde Pizza Hut, KFC, Starbucks, Burger King, Walmart.. en fin.. asi que bueno, en caso de querer comida rápida tengo esas opciones.

Al dia siguiente salimos junto a kien ( mi compañera de cuarto) y Jonh a comprar algunas cosas y para nuestro asombro nos dimos cuenta que la gente mayor de korea, habla poco o nada de ingles y que es lo mismo hablarles en ingles que en español… asi que el reto es mas grande, y hay mayor motiviacion para aprender rápido y bien koreano, por que de lo contrario me convertiré en una experta en actuación y expresión corporal……. La barrera del idioma es una realidad, pero hasta el momento la he sabido manejar.. Ahora solo queda el presente inmediato al cual realmente ansío.

El nivel de ansiedad de la buena comenzaba ha comenzado a notarse , ya es una realidad, estoy aquí y aquí me voy quedar por un muy buen periodo de tiempo, ahora esta ciudad tan desconocida para mi será mi nuevo hogar..